¿Te ha pasado alguna vez que estás en el trabajo, todo te está saliendo bien y, de repente, sientes que todo el mundo va a darse cuenta de que eres un fraude? Si has vivido esta experiencia es muy probable que sufras el síndrome de la impostora.
Pero, ¿qué es el síndrome de la impostora?
El síndrome dl impostor o de la impostora surge por la creencia de que tus logros en el trabajo solo se deben a la buena suerte o a un conjunto de casualidades. Es un fenómeno psicológico que provoca que infravalores todo lo que has conseguido, tus capacidades y el esfuerzo que pones en tu tarea.
Este sentimiento no aparece de forma repentina. Es algo que se va gestando con el tiempo, sobre todo cuando a lo largo de tu vida te encuentras rodeada de personas que te hacen pensar que tus logros solo son cuestión de buena suerte o trabajas en ambientes muy exigentes. En el caso de las mujeres, este síndrome también se produce cuando entran a trabajar en un sector tradicionalmente relacionado con los hombres.
Señales que te alertan de que sufres el síndrome de la impostora
¿Cómo puedes darte cuenta de que estás sufriendo el síndrome de la impostora? Vamos a analizar si en tu trabajo sientes alguna de estas señales:
- Buscas el perfeccionismo extremo. Sientes que si no eres absolutamente perfecta en tu trabajo es que no vales nada y eso te crea miedo a fallar o a que te critiquen frente al resto de compañeras.
- No pides ayuda. Prefieres trabajar sola porque consideras que pedir ayuda cuando no sabes algo o una tarea no sale como querrías es una debilidad.
- Te comparas constantemente. Tiendes a comparar lo que tú haces con lo que realizan los demás y, cuando a otros les va mejor que tú, echas por tierra todo lo que has conseguido para sentirte inferior y menos capaz.
- Ves más tus fallos que tus logros. Cuando cometes un error lo magnificas tanto que te machacas durante un tiempo analizando cada pequeño detalle. En cambio, cuando logras algo piensas que se debe a la buena suerte o a la ayuda por parte de otros.
- Miedo a que te descubran. Siempre estás en tensión porque tienes miedo de que en algún momento alguien descubra que no vales para tu puesto de trabajo y que no te lo mereces.
¿Te has sentido así en alguna ocasión? Si es así, es muy probable que sufras el síndrome de la impostora.
El sector tech y las mujeres
En el mundo de las nuevas tecnologías encontramos a muchas mujeres que se sienten auténticas impostoras en sus puestos de trabajo.
Son mujeres como nuestras Adalabers, reconvertidas profesionalmente en programadoras o analistas de datos que llevan ya un par de años trabajando y sienten que no son buenas. En su anterior carrera estaban acostumbradas a la experiencia y el control que les daba llevar 8 o 10 años trabajando y, de repente, sienten que no valen para esto.
En realidad sí saben, todas las alumnas de Adalab terminan los bootcamps con la formación necesaria para incorporarse en el equipo de una empresa como perfiles junior, pero el síndrome de la impostora les dice que no.
¿Por qué ocurre con tanta frecuencia? Por una sencilla razón: las mujeres han crecido pensando que el sector tecnológico está reservado para los hombres y eso las hace sentirse unas intrusas.
La tecnología NO es solo para hombres
El mundo tech no es exclusivo del sexo masculino, esa es una idea que se ha reforzado durante el siglo XX y comienzos del XXI, pero no siempre ha sido así.
La primera persona en programar de la historia fue Ada Lovelace, una mujer del siglo XVII. Pero esto no es todo, las mujeres siempre han estado presentes en los grandes logros del sector tecnológico. Aquí tienes algunos ejemplos:
- La actriz e inventora austriaca, Hedy Lamarr, es la inventora del primer sistema de WIFI y Bluetooth.
- Evelyn Berezin, una física, informática y empresaria estadounidense creó los procesadores de texto y el primer ordenador de oficina.
- La científica informática, matemática e ingeniera, Margaret Hamilton hizo el software que llevó al hombre a la luna.
- Mary Allen Wilkes participó en la creación del primer ordenador personal y fue la primera persona en utilizarlo para teletrabajar desde casa.
- En España, Ángela Ruiz Robles fue la inventora del precursor del libro electrónico.
- Hoy en día, Mira Murati es la directora de tecnología de OpenAI, la empresa que ha desarrollado la nueva inteligencia artificial que está revolucionando el mundo, ChatGPT.
Y la lista continúa con muchas otras grandes mujeres fundamentales para el desarrollo tecnológico. Así que si ellas pudieron vencer al síndrome de la impostora, ¿por qué tú no ibas a poder?
Cómo superar el síndrome de la impostora
Si crees que sufres el síndrome de la impostora hay varias herramientas que puedes utilizar para superarlo:
- Evalúa tus conocimientos. Párate a pensar en lo que has estudiado, en tu experiencia y en tus capacidades. Seguro que descubres que sabes mucho más de lo que crees.
- Cuestiona lo que piensas. ¿Siempre te ves en negativo? Es el momento de destacar todo lo que haces bien y ponerlo por delante.
- Ve poco a poco. No tienes por qué ser perfecta y hacer todo bien a la primera. Enfrenta cada reto con pequeños pasos para lograr los objetivos.
- No te compares. Cada uno es especialista en una cosa y eso está bien. Evalúate en función de ti misma y no de lo que hagan los demás.
- Habla de lo que sientes. Puedes hacerlo con una persona cercana, una compañera de trabajo o incluso buscar ayuda psicológica. Compartir tus sentimientos te ayudará a superarlos.
Como ya hemos comentado, tras cursar los bootcamps de Adalab eres capaz de trabajar en el sector para el que te has preparado durante las semanas que dura la formación. Pero eso no es todo, si tienes dudas o no te sientes del todo segura, contacta con tu tus antiguas compañeras.
En Adalab no estás sola, somos una comunidad cercana que te acompañará en tu desarrollo profesional para que entres con fuerza en el mundo digital.
¡Deja a un lado el síndrome de la impostora y disfruta completamente de tu carrera laboral!