Aburrimiento, frustración y apatía, son algunas de las emociones que sienten quienes tienen trabajos que no les llenan. Puedes poner buena cara, conformarte y aceptarlo, o plantearte cambiar de trabajo y de sector, y recorrer un camino aunque intenso, mucho más apasionante.

¿La idea te ronda por la cabeza? ¿Consideras la posibilidad de dar un giro 180 grados en tu carrera laboral? Si tu respuesta es “sí”, seguro que tienes muchísimas dudas. Y por eso, en este artículo intentaremos darte algunas respuestas para guiarte en este proceso.

Cómo saber si es el momento de cambiar de profesión

«Yo soy yo y mis circunstancias», decía Ortega y Gasset, y es que si existe algo sobre lo que no tenemos control son los eventos que suceden a nuestro alrededor. Pero no pretendemos recordarte lo pequeñitas que somos respecto a todo lo que sucede en el Universo, sino todo lo contrario: demostrarte que no solo eres “tus circunstancias”, también eres tus decisiones.

Que el trabajo ocupa más del 50 % de nuestro tiempo no es ninguna novedad. Pero que podemos disfrutar en una profesión mucho más afín a nosotras, sí lo es. Estamos ante una elección.

Pero, cuando se trata de nuestro puesto de trabajo, es habitual creer que estamos atadas de pies y manos. Al fin y al cabo, dejamos atrás un entorno seguro y conocido para explorar un territorio completamente nuevo. En ocasiones, el cambio no es tan impactante, pues nos quedamos en el mismo sector y realizamos funciones similares. Sin embargo, si damos el salto hacia un campo que apenas conocemos, la cuesta parece más empinada.

Para allanar este camino y descubrir, de una vez por todas, si un cambio de profesión es lo que necesitas, resolvemos las dudas más frecuentes.

¿Quieres cambiar de trabajo?

Antes de tomar cualquier decisión, empieza por buscar las señales que indiquen la necesidad de un nuevo reto profesional.

Te sientes más cansada o estresada de lo normal

Si tus horas de sueño se han visto afectadas, tu humor se ha resentido o te falta el empuje que antes tenías, puede que necesites cambiar de profesión. La falta de energía puede ser síntoma de unos altos niveles de estrés laboral. Tu mente te avisa de que algo no funciona como debería.

Además, se sabe que el estrés no controlado, puede derivar en mayores problemas de salud a medio y largo plazo. No pases por alto este tipo de síntomas.

Tu puesto se te queda pequeño

La lealtad o el miedo a los nuevos escenarios pueden ser factores que te impidan cambiar de trabajo. Pero, por mucho que te guste tu equipo o la empresa, puede que te sientas estancada en tu profesión y que necesites seguir avanzando a nivel laboral.

Si ahora te ves con ganas para afrontar nuevos retos gracias a las habilidades y la experiencia que has adquirido y allí donde trabajas no pueden ofrecerte un proyecto adecuado para seguir creciendo, tal vez sea hora de explorar otras opciones.

Tus intereses personales y habilidades no coinciden

Según Steve Jobs, la única forma de hacer un gran trabajo es «amar lo que haces». Aunque en la mayoría de los casos el entusiasmo dependa de la actitud, alinear tus gustos personales con tu actividad profesional hará que tu día a día sea mucho más satisfactorio.

Seguro que te has encontrado con profesionales brillantes, pero que no disfrutan en absoluto de su profesión. Pues, el objetivo es no caer en ese error y buscar la oportunidad de sentirte feliz en tu puesto de trabajo siempre que puedas.

Deseas que el día llegue a su fin

Trabajar requiere concentración y dedicación, eso nadie lo duda. Pero si has empezado a contar las horas para desconectar o sientes la tentación de hacer el mínimo esfuerzo, cambiar de empleo puede ser el siguiente paso en tu carrera profesional. A fin de cuentas, se trata de terminar la jornada laboral con cierta satisfacción, ¿no crees?

No te identificas con la empresa

La percepción que tienes sobre tu profesión, el orgullo de pertenecer a la empresa y la afinidad con los valores que la caracterizan son factores que tienen un gran poder en nuestro bienestar laboral. De este modo, si alguno de estos componentes ha cambiado con el tiempo, probablemente la desmotivación se haya apoderado de ti.

Da los primeros pasos para cambiar de trabajo

Si necesitas algunas pistas que te ayuden a ponerte en marcha de una vez por todas, ten en cuenta estos puntos.

Determina qué necesitas

Parte del realismo, pero también de la ilusión. Identifica qué nuevos retos quieres afrontar en tu profesión: ¿liderar un equipo?, ¿empezar desde cero en una start-up? o ¿tener horarios más flexibles? Ten en cuenta diferentes puestos de trabajo según tus intereses, habilidades y valores.

Descubre qué es importante para ti

Relacionado con el punto anterior, reflexiona sobre aquellos aspectos de la vida que son más importantes para ti. ¿Qué te motiva? ¿Qué detalles te hacen sentir valorada en tu trabajo? Tal vez se trate de un horario fijo que te aporte cierta estabilidad. Además, plantéate si, por ejemplo, estarías dispuesta a cambiar de ciudad o –por qué no– de país.

Saca a relucir tus puntos fuertes

Cada uno de nosotros presume de un buen número de virtudes que, en muchos casos, desconocemos. Aunque una baja autoestima puede dificultar el reconocimiento de estas cualidades, un pequeño esfuerzo puede ser suficiente para identificar las fortalezas. Si, aun así, este paso se te hace cuesta arriba, siempre puedes pedir ayuda a tus conocidos.

Investiga sobre el sector o la profesión de tu interés

Cuando el pensamiento “quiero cambiar de profesión y no sé qué hacer” resuena una vez sí y otra también en tu cabeza, uno de los pasos más eficaces para movilizarte es explorar los sectores que te llamen la atención. Hoy en día basta un clic para descubrir qué habilidades se necesitan para desarrollar una determinada profesión, cuáles son sus funciones, el salario promedio y la posibilidad de ejercer como tal. Por ejemplo, los perfiles digitales más demandados en la actualidad comprenden desde el desarrollo web, hasta la ciberseguridad y el análisis de datos. Sin embargo, tu elección dependerá de múltiples factores.

Fórmate

Invertir en tu educación es un elemento fundamental para aumentar la posibilidad de iniciar una nueva carrera, especialmente en programación y profesiones digitales similares. De hecho, si no estás trabajando y tienes algunos ahorrillos, no hay mejor momento para enfocarte en tus estudios. Si, en cambio, andas justa de dinero, siempre puedes empezar aprendiendo a partir de los recursos gratuitos de internet. En cuanto te sea posible, apúntate a una formación intensiva donde te ofrezcan la estructura necesaria y donde tengas acceso a otros profesionales como tú. Esto puede suponer un antes y un después en tu carrera profesional. 

 Anticipa posibles obstáculos

Por último, mantén los pies en la tierra. Cambiar de sector y de profesión no siempre será un camino de rosas, pero sí toda una aventura. En algunos momentos, te embriagará la ilusión; en otros, se apoderará de ti el cansancio, el temor o la inseguridad. Por ello, si cambiar de trabajo es tu objetivo, prepárate para hacer frente a cualquier dificultad. La mente es capaz de jugar malas —y muy buenas— pasadas, así que ten presente que el miedo puede oscurecer hasta el camino más bonito.

Además, asegúrate de cubrir tus necesidades básicas antes de dejar tu empleo actual. Si no tienes dinero ahorrado, ten paciencia. Establece un plan de ahorro, de transición e investiga si tu escuela cuenta con un programa de becas.

El miedo, un posible compañero de viaje

Su función es mantenernos sanos y salvos, pero puede adueñarse de nuestra mente con gran facilidad. Veamos cuáles son las dudas que podrían apropiarse de tu razón e ilusión si barajas la posibilidad de cambiar de trabajo.

Inseguridad

Antes de tomar la decisión y a lo largo del proceso, puede que te asalte la duda de si serás o no lo suficientemente capaz de llevar a cabo tus tareas en la nueva profesión. La única forma de afrontar esta inseguridad es realizar un profundo autoanálisis y establecer metas acordes a tus habilidades. Además, recuerda que siempre habrá alguien con más y menos conocimientos que tú y que en lugar de considerarte inferior o superior, puedes enseñar o aprender.

Miedo al fracaso

El temor al fallo está presente en muchas esferas de nuestra vida. A nivel laboral, podemos preferir continuar en un trabajo que no nos gusta con el objetivo de no fracasar. Pero, te preguntamos lo siguiente, ¿qué ocurre si tomas la decisión y el resultado no es tan bueno como esperabas? En el peor de los casos, volverás a tu puesto anterior o un empleo similar.

El miedo a fallar tiene un objetivo: la precaución. Para ello, te bastará con establecer un plan, tener el apoyo de profesionales o el respaldo de una escuela experimentada y, en definitiva, mantener los pies en el suelo.

Temor a la crítica

El cambio genera miedo, no solo en nosotras, sino en las personas que nos rodean, y a veces, este temor se convierte en crítica. A menudo, no tienen otra intención que protegernos. En otras ocasiones, son el reflejo de la inseguridad y frustración ajenas a nosotras. Sea como sea, eres tú quien experimentará cada día la necesidad de cambiar de trabajo y crecer como persona, no los demás. Qué vale más, ¿unos meses de críticas o años y años de apatía y tristeza por trabajar allí donde no quieres estar? Agradar a los demás tiene un coste: la infelicidad.

Pero si, además, consideras cambiar de carrera después de los 30, los comentarios pueden ser aún más frecuentes. Pero tranquila, porque no serás ni la primera ni la última persona que ha hecho un cambio radical de profesión –a cualquier edad–. Si ellas pueden, ¿por qué tú no?

Tiempo y dinero

Según la transformación profesional que lleves a cabo, necesitarás invertir tiempo y dinero en tu formación. Este paso podría generarte incertidumbre o estrés. Sin embargo, ten en cuenta que esta situación es temporal y que es cuestión de tiempo que recuperes tu estabilidad laboral. De todos modos, siempre puedes ir sobre seguro y decantarte por una profesión del sector digital o, incluso, apostar por los bootcamps, formaciones intensivas y prácticas que ofrecen una experiencia real.

Cambiar de profesión es más sencillo de lo que parece

El éxito para cambiar de trabajo implica algo más que motivación. La convicción, la valentía para iniciar un nuevo camino, el compromiso y, sobre todo, un plan de acción hasta cumplir con el objetivo son elementos clave. Para que no te desanimes, aplica los siguientes consejos:

Cambia de trabajo por los motivos correctos: Un jefe o compañero que no te gusta, o un pico de estrés no implica que te disguste tu trabajo. Analiza bien el porqué para tomar una buena decisión.

Confía en tu instinto: si el pensamiento “quiero cambiar de profesión y no sé qué hacer” es recurrente, puede que sea hora de dar el paso. Tómate la situación con calma; de esta forma, podrás escuchar las señales que te envía el cuerpo.

Descubre qué te motiva: determina qué te hace sentirte orgullosa, satisfecha y te llena de energía. De esta forma, te será más fácil reconocer qué puestos y ambientes se ajustan mejor a tus preferencias. Por ejemplo, si el sueldo es un aspecto importante, considera profesiones como analista de datos o programación web. Si, en cambio, quieres trabajar por tu cuenta, baraja la posibilidad de dedicarte al desarrollo web o el diseño gráfico.

Investiga sobre el sector: considera detalles tan importantes como la demanda de las profesiones que te interesan, el sueldo y la flexibilidad horaria, entre otros aspectos.

Prepárate para cambiar de profesión: cuando tu decisión sea firme, establece un plan. Asegúrate de cubrir tus necesidades básicas, esforzarte cada día y mantener bajo control los miedos. Tranquila, los resultados llegarán.

No dejes de aprender: tener tus conocimientos al día es fundamental en las profesiones de la era digital. De modo que rodéate de profesionales del sector, fórmate en una escuela de calidad afín a tus valores y busca el apoyo de perfiles similares al tuyo.

Ten presente tu objetivo profesional: no pierdas de vista tu meta. Si tu propósito es cambiar de trabajo y conseguir cuanto antes un nuevo puesto, elige el sector digital. Además, este te ofrece la posibilidad de formarte desde casa a través de formaciones intensivas. ¿Un ejemplo? Los Bootcamps de Data Analytics y Programación Web de Adalab.

Sabemos que dar el paso puede ser difícil, pero también que tú eres la única persona responsable de tu felicidad. Y es que una vez tengas claro qué quieres y por qué, bastarán pequeñas acciones para ver resultados. ¡Un gran futuro te espera!