Uno de los objetivos de Adalab es reducir la brecha de género que existe en el sector de la tecnología. Lo hacemos de una forma muy directa: formando a mujeres en programación front-end, y apoyándolas para que consigan su primer trabajo como programadoras.
Esta semana hemos decidido tomárnoslo con humor y contaros algunas de las experiencias que las mujeres que trabajamos en tecnología vivimos en primera persona. ¡Que levante la mano quién nunca se haya sentido así! O mejor: ¡que nos envíe un gif contándonos cómo se siente!
Cuando te dicen que “la tecnología es para hombres”
O mejor: cuando te dicen eso de que “a las mujeres no les interesa la tecnología”
Cuando te dicen “¿Te ayudo a programar eso?” como si no supieras hacerlo sola
Cuando un hombre que ni siquiera es programador te explica tu trabajo
Cuando tu compañero programador descubre que jugáis al mismo videojuego
Cuando eres la única que no se ríe con el chiste de tus compañeros
Cuando en un ámbito profesional alguien te dice lo guapa que eres
O directamente, cuando te piden que sonrías
Cuando intentas explicar tu código y un hombre te corta la frase
Cuando, tras tu reacción, te llaman “mandona”
Cuando te dicen que “lo has tenido más fácil” por ser mujer
La motivación, compromiso y proactividad de nuestras alumnas las lleva a ocupar un lugar cada vez más prominente en el sector, pero todavía queda mucho camino por delante para lograr la igualdad.
¿Sabías que solo el 15% de los trabajos del sector de la tecnología en España están desempeñados por mujeres? Por mucho que queramos reírnos, todavía existe una notable brecha de género.
Cada día más y más empresas apuestan por la diversidad en sus plantillas, pero el objetivo de lograr la igualdad aún está lejos. Si tu empresa quiere apostar por el cambio y sumar mujeres a su equipo, contacta con nosotras y descubre todo lo que nuestras alumnas pueden aportar a tu proyecto.