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Notas de prensa de Adalab
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Día de la Mujer #8M
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Adalab, la primera escuela tech de España dirigida exclusivamente a mujeres
Madrid, 8 de marzo 2024
En España, las mujeres ocupan solamente el 23% de los puestos de trabajo en el sector TIC*. Por este motivo nace en 2016 Adalab, la primera escuela de España especializada en formación tecnológica para mujeres.
Con una industria, la tecnológica, en pleno proceso de expansión con alta demanda de perfiles tecnológicos y la baja presencia de mujeres trabajando en el sector, Inés Vázquez Ríos y Rosario Ortiz de la Orden, vieron que era necesario crear una escuela tecnológica que atrajese a las mujeres a este sector lleno de oportunidades. Adalab ofrece formación a mujeres que quieren cambiar el rumbo de su carrera y lanzarse al mundo digital a través de cursos intensivos de ‘Programación Web’ y ‘Data Analytics’.
En Adalab seleccionan los perfiles con mayor potencial para cursar sus bootcamps con un formato de clase 100% online en directo y posteriormente las ponen en contacto con empresas que buscan estos perfiles. Hasta el momento, por la escuela tech han pasado ya más de 750 mujeres que buscaban un cambio profesional con una mayor proyección, estabilidad laboral y la posibilidad de conciliar.
Una de las misiones principales de la escuela es terminar con la brecha de género dentro del sector tecnológico facilitando la incorporación de talento tech junior femenino al mercado laboral −el ratio de inserción de sus alumnas es del 90% − y fomentar en las compañías equipos diversos y, por tanto, más creativos e innovadores. Más de 300 empresas, entre ellas BBVA IT España, Amazon, Openbank, Accenture, Decathlon, Vueling, Microsoft o Cabify, ya han contratado alumnas de la escuela para trabajar como programadoras full-stack y analistas de datos.
¿Por qué es necesaria una escuela tecnológica exclusiva para mujeres?
Las adalabers (alumnas de Adalab) son mujeres que vienen de otras carreras y profesiones diferentes a las tecnológicas, en las cuáles se han encontrado con una gran inestabilidad laboral, condiciones poco motivadoras o no han tenido el éxito esperado. Reinventarse en perfiles tecnológicos les permite darle la vuelta a esta situación ofreciéndoles buenas oportunidades profesionales y un futuro mejor.
Pero primero deben superar las barreras que impiden que la presencia de mujeres en tecnología sea tan baja.
Uno de los principales obstáculos para la inclusión de la mujer en el sector tecnológico es la falta de referentes femeninos. “Nosotras pertenecemos a esa generación de niñas que como muchas otras se educaron sin referentes femeninos en ciencia y tecnología. Ahora trabajamos para visibilizar y crear nuevos referentes que atraigan a las mujeres a un sector lleno de oportunidades”, aseguran sus fundadoras.
“Nos guste más o menos el futuro es tecnológico, y las mujeres tenemos que pasar de ser espectadoras a ser protagonistas de los grandes cambios tecnológicos que afectan a nuestras vidas. El futuro debe ser inclusivo y gracias al trabajo de todos y todas estamos más cerca de conseguirlo”, concluyen.
¿Quién está detrás de Adalab?
Adalab recibe su nombre por Ada Lovelace, matemática y escritora, conocida mundialmente como la precursora de la informática.
En sus notas de trabajo se encuentra lo que se conoce hoy como el primer algoritmo, que 100 años antes de que existiesen los ordenadores podía ser procesado por una máquina, lo que la convierte en la primera programadora de la Historia. No es la única mujer que ha realizado aportaciones claves en el desarrollo de nuestra sociedad, a pesar de que sus nombres nos puedan sonar desconocidos. Por eso, en Adalab, se propone a cada promoción de alumnas que elijan a una mujer referente en ciencia que les dé nombre. Así, tras estos años, cuentan con las promociones Ada, Borg, Clarke, Dorcas, Easley o Fairfax entre otras.
Un ejemplo de reinvención es el de su alumna Bella, nacida en Lepe, Huelva, y trasladada a Madrid en busca de mejores oportunidades laborales. Después de trabajar durante 15 años en el sector óptico, sintió la necesidad de cambiar debido a la falta de conciliación entre su trabajo y su vida familiar (trabajaba domingos alternos) y a la sensación de estancamiento (falta de proyección y mejora de sueldo). Inspirada por una amiga que se reinventó en el sector tecnológico, decidió hacer un bootcamp en Adalab para aprender programación. A pesar de los desafíos que implica una formación de este tipo, logró completar el programa y encontrar un empleo en Sopra HR, donde ahora disfruta de un horario flexible, fines de semana libres y un equipo excelente, lo que le permite sentirse plena y satisfecha tanto personal como profesionalmente.
Otro ejemplo es el de Lydia, de Madrid, que trabajó durante más de una década en una cadena de librerías antes de sentir la necesidad de un desafío mayor en su carrera. Tras convertirse en madre, decidió explorar el mundo de los datos y se matriculó en Adalab recomendada por una amiga. A través del riguroso programa de formación, adquirió las habilidades necesarias para ejercer como Analista de Datos, fortaleciendo su autoestima y sentido de comunidad. A pesar de los desafíos en la búsqueda de empleo, su persistencia la llevó a avanzar en varios procesos de selección, y desde octubre de 2023 trabaja como Analista de datos en una empresa de ingeniería.